Cobros de Morosos

cobrosA menudo se oye hablar de agencias de cobros y de cobros de morosos. ¿Qué son en realidad y cómo funcionan? Vamos a explicar, a continuación, cual es la finalidad de estas empresas y la manera en la que trabajan.

El cobro y su reclamación

La falta de pago se produce en el momento en el que se incumple con la fecha de vencimiento. Cada factura o préstamo está sujeta a una fecha concreta de finalización del plazo de pago en la que se debe devolver el dinero en la forma y condiciones pactadas previo contrato. Igualmente, debe indicarse si hay intereses o algún tipo de comisión y recargo. Si llegada la fecha la cantidad no se liquida, se produce la situación de morosidad.

La reclamación se puede hacer por la vía legal. Esto supone presentar judicialmente la documentación que justifica la deuda contraída, con facturas, contratos de préstamos, etc. Este procedimiento tiene dos problemas: genera una serie de gastos que deben pagarse previamente a la resolución judicial y que la justicia tarda en responder, alargándose el plazo a varios años.

Por ese motivo, las empresas deciden recurrir a la gestión de cobro privada, es efectiva y mucho más rápida que la vía judicial.

¿Cómo trabajan las empresas de cobro?

Es normal que una entidad acreedora quiera cobrar su dinero. También es lógico que no se quiera (o pueda) esperar demasiado. La controversia viene si el trabajo de las empresas de cobro es legal o no.

La gestión de cobro es totalmente legal, es decir, la reclamación escrita, oral, sea de forma telefónica o con visitas está permitida. Lo que no lo está es el incurrir en el acoso o trato vejatorio al deudor.

Algunas empresas de cobro persiguen al moroso, con vehículos bien rotulados, mediante la presencia constante de un cobrador con disfraces llamativos. Eso hace que el deudor se pueda sentir acosado e incluso humillado, pues la función del cobrador es la de informar (al ser visto) que esa persona debe dinero.

Actualmente la justicia española está investigando las denuncias presentadas contra estas empresas por incurrir en el delito de coacción. No hay nada legislado definitivamente, pero no se puede olvidar que el problema viene por la ineficacia y lentitud de la justicia ante la protección de los derechos del acreedor.

Afortunadamente, todas las empresas de cobro no funcionan de la misma manera.