Producto Interno Bruto

El Producto Interno Bruto, también conocido como Producto Interior Bruto o, simplemente, por sus siglas PIB, es un concepto macroeconómico de magnitud que representa el valor monetario de la producción de servicios de demanda final y de bienes dentro de una región concreta o de un país determinado. Además, se establece dentro de un período de tiempo definido que, generalmente, suele ser de un año.

Aspectos que influyen en el cálculo del Producto Interno Bruto

Sin duda, el cálculo del PIB es una cuestión bastante compleja. Solo hay que pensar que en él se abarca desde la venta de fruta hasta la compra de productos financieros, por ejemplo. Además, de él se escapan los bienes englobados dentro de la denominada ‘economía sumergida’ que, en mayor o menor medida, se produce en todos los países del mundo.

¿Para qué sirve el cálculo del PIB?

El Producto Interno Bruto de un país se usa, de forma bastante asidua, para medir el crecimiento económico de un país. Esto se hace mediante el cálculo de la Tasa de Variación del PIB. Por lo tanto, cuando se oye hablar, por ejemplo, de que un país ha crecido el 3 %, a lo que se hace referencia es a que su Producto Interior Bruto se ha visto incrementado en esa medida.

A pesar de su complejidad intrínseca, el PIB es un concepto que, en mayor o menor medida, todas las personas comprenden. Este es el motivo por el que suele usarse para dar a conocer el estado económico de los países o regiones sobre los que se calcula.

Principales problemáticas asociadas al Producto Interno Bruto

No son pocas las voces que afirman que el uso del concepto macroeconómico de Producto Interno Bruto no es el más adecuado para medir el estado de la economía de un país o región. Esto se debe, fundamentalmente, a que engloba un todo y deja fuera multitud de singularidades. Dicho de otro modo, el PIB trata de medir la riqueza de un país, pero no ofrece ningún dato relevante acerca de su distribución.

Este es el principal motivo por el que, durante los últimos años, han aparecido otros sistemas destinos a representar dicha distribución de la riqueza de un país o región. Estamos hablando, por ejemplo, del Índice de Desarrollo Humano, del Índice de Gini o del PIB per cápita. Este último es el que parece que goza de mayor aceptación.